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Inocentadas de mal gusto


El Psoe entrega la alcaldía de Pamplona a Bildu. Otro ejemplo más de hasta donde son capaces de llegar con tal de mantenerse en el poder y cumplir, como anuncian sin pudor, sus intenciones de evitar que gobierne la derecha a toda costa, otro bloque más en el muro entre españoles que Pedro Sánchez anunció, ya no es que asuste es que da miedo, mejor dicho, es de pánico. Como puedan, este será solo el primer paso para seguir entregando ayuntamientos de Navarra a los filoetarras, y acabarán entregándoles Navarra entera, en cuanto puedan, si eso se convierte en el precio para seguir gobernando. Razón tiene quien ha dicho que Pedro Sánchez ha hecho mas en unos meses por la independencia de las Vascongadas que Arzallus en treinta años. Y si solo fueran las Vascongadas, ahora también sabemos que Navarra va en el paquete. Riojanos y Burgaleses, orejas en punta.

Es normal que a la Sra. Cristina Ibarrola, echada del cargo mediante cajas destempladas, mediante una traición al electorado Pamplonica que votó al PSN y no a Bildu, y a más del de media España, se le escape algún exabrupto ¿A quién, en semejante situación, no se le escaparía un "me gusta la fruta"? que suena más contundente. Y digo exabrupto porque lo dicen ellos, que yo no es que lo vea así, fregar escaleras es un trabajo tan digno como cualquier trabajo honrado y creo que la mayoría de españoles así lo piensa, claro que, quizá sea así para la mayoría de españoles, pero no tanto para los dirigentes del Psoe, que no dudan en emplear la expresión como cortina de humo para distraer al personal sobre el desmán cometido y sobre el resto de tropelías y salvajadas que cometen a diario. Cortina de humo que no les funcionaria si en el país no existiera tanta gente corta de mente y poco instruida. Si hubiera en el partido socialista, mucha gente dispuesta a arriesgar su situación y, si fuera necesario, ejercer de limpiador, profesión, hoy día, más digna que la de político, otro gallo nos cantaría.

Manifiestan también, desde el Psoe, que no entienden tanto aspaviento cuando la venta de la alcaldía se ha hecho respetando las normas de la democracia, no lo tengo yo tan claro cuando se ganan unas elecciones prometiendo no hacer tantas cosas que después sí han hecho, pero, y aunque así fuera, no siempre el respeto a las normas significa hacer las cosas bien, son como esos conductores que, cuando ven a otro que les precede encender el intermitente, anunciando su intención de cambiar de carril, en lugar de aminorar la velocidad y facilitarle la maniobra, aceleran para ejercer su derecho de prioridad, actúan de conformidad con las normas de tráfico, pero lo que demuestran es que son malas personas, además de pésimos conductores.

Publica El País un artículo con el siguiente titular: Una fiesta en Moscú con asistentes "casi desnudos" escandaliza a las autoridades rusas. En el desarrollo se hace referencia al disgusto mostrado por las autoridades rusas, incluido Vladímir Putin, a la inmoralidad de los participantes, e incluso a comentarios de medios de comunicación sobre las quejas de las tropas rusas que combaten en Ucrania. Se afirma que a la organizadora podría caerle pena de cárcel y un multazo del copón. Visto el artículo, cualquiera podría creer que en Rusia gobierna una ultraizquierda exacerbada, ejemplo de democracia, que probablemente sí, o una ultraderecha que, ríete tú de lo que aquí algunos consideran como tal. El que el artículo se publicara el día de los Santos Inocentes le hace poco creíble, de todas formas, como broma, y dados los asuntos que trata y la mezcla de ellos, no tiene mucha gracia.