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Por Pedro Santa Brígida

Premios Legado, segundo acierto


Tribuna Grupo lo ha vuelto a hacer. Y las que quedan... Días atrás ha tenido lugar la segunda edición de la entrega de los Premios Legado, un abanico de proyectos, trayectorias y personas cuyo nexo común es el espíritu solidario, comprometido e innovador de los galardonados. Las emociones y los sentimientos que flotaban en el ambiente del Teatro Liceo de Salamanca protagonizaron un evento que pone en valor el mérito y el talento de quienes dedican gran parte de su vida a los demás.

El único periódico digital con cabeceras en las nueve provincias de Castilla y León reclamó nuevamente prestar más atención social y mediática a las causas solidarias, al reconocimiento a todos aquellos que deberían inspirar más aún a una sociedad a menudo demasiado enredada en los problemas cotidianos. El libro de estilo del equipo que dirigen Juan Antonio Martín Mesonero y Félix Ángel Carreras mantiene ese particular rumbo.

A pesar de que existen un montón de empresas periodísticas que conceden premios, Tribuna ha sabido encontrar un hueco diferencial, apostando por el reconocimiento a la vocación fraternal de colectivos y personas, un acierto que pretende destacar algunos de los valores esenciales de los seres humanos. Todos los galardones de los Premios Legado tienen que ver con la solidaridad, la entrega y el sacrificio hacia los demás. El otro gran acierto que ha mantenido esta segunda edición celebrada en la capital charra es que no hubo intervención alguna por parte de las autoridades políticas presentes, toda una declaración de intenciones hacia los asistentes al evento y los lectores del periódico sobre quienes son los verdaderos protagonistas del la gala, evitando así la habitual tentación de egos institucionales.

Este año los galardones recayeron en el Festival Santillaland (Proyecto Innovador), una iniciativa cultural y reivindicativa surgida en la pequeña localidad burgalesa de Santillán del Agua, como respuesta rebelde al fallecimiento de la abuela Mercedes y al estigma de la despoblación. La cooperante abulense de Cruz Roja Sara Escudero recibió el Premio Trayectoria por su participación en situaciones de catástrofe en numerosos lugares del planeta a lo largo de su vida. Actualmente, es la delegada internacional de Cruz Roja en Polonia, encargada de la ayuda en la Guerra de Ucrania.

El Regimiento de Ingenieros de Salamanca, REI 11, recibió el galardón a la Proyección Internacional por su actual misión en La Antártida, donde construye y mantiene infraestructuras destinadas a diversos equipos de investigación. Destacadas han sido sus labores en Líbano, Afganistán, Irak, Mali, Centroamérica o Bosnia. La mención especial de los premios ha sido para la Policía Nacional, que en 2024 ha cumplido doscientos años de servicio a la ciudadanía española, sumándose así Tribuna Grupo a la multitud de instituciones, colectivos y empresas que han distinguido a los hombres y mujeres de la policía en este bicentenario.

El Premio Valores ha ido a parar a una familia vallisoletana, que inspirada en la enfermedad degenerativa que sufre la hija mayor, Leucodistrofia TUBB4A, ha escrito un cuento –traducido a varios idiomas- para niños y mayores, titulado Carolina Purpurina, un relato sobre discapacidad y esperanza, firmado por Laura e Isabel, la madre y hermana de Carolina. Escuchar las palabras de algunos de los galardonados y poder conversar con ellos durante unos minutos conmueve y resulta inspirador, un recordatorio de lo que debería ser importante de verdad en la vida. El optimismo que desprenden es todo un ejemplo para una sociedad que a menudo "se ahoga en un vaso de agua", cuando los problemas reales son otros.