Asentada entre los límites de los territorios cristiano y musulmán y de los reinos de Castilla y de Aragón, encontramos el singular destino que hoy proponemos, Molina de Aragón que curiosamente se encuentra en la provincia de Guadalajara.

Sus orígenes se remontan a la existencia de un antiguo castro celtíbero en lo alto de una atalaya, donde los musulmanes levantaron un castillo para vigilar la frontera. Este hecho sería el germen de un conglomerado de calles estrechas donde encontrar un sinfín de intrigas y leyendas, donde una aguerrida población luchó hasta el extremo para forjar la identidad que hoy conserva.

Molina de Aragón es famosa por su castillo, pero este destino ofrece mucho más. Se trata de un lugar donde cada calle tiene una historia y recorrer cada rincón te transporta a un pasado remoto donde reinaba el bullicio de la judería y la morería, demostración de que varias culturas podían vivir perfectamente en paz y armonía.

Si visitas este lugar, saboréalo tranquilo, tomando conciencia de que cada piedra que pisas es testigo mudo de la gran historia del lugar.

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