Ni el Real Valladolid antes era muy bueno, ni ahora es muy malo. Eso debería quedar bastante claro. La realidad blanquivioleta siempre ha tenido como objetivo la permanencia, aunque a algunos se les fuera la vista hacia metas más altas. Pero el Pucela es lo que es y la plantilla es la de menos coste de Primera. Cuenta con un capitán de barco, Sergio González, que logró lo que parecía imposible con el ascenso y que este curso ha conseguido que este mismo equipo plante cara a rivales como FC Barcelona, Real Madrid y Sevilla.

 

Por ello, el partido contra el Leganés era mucho más importante de lo que parecía. Cierto es que los 17 puntos son un colchón importante, pero vencer a rivales directos siempre otorga esa llave de distanciamiento con la zona baja. No fue así y el conjunto blanquivioleta se llevó un duro correctivo, en un mal partido. Hasta falló Masip.

 

El Pucela ha demostrado que puede pelear con cualquiera, pero debe mantener los pies en el suelo y recorrer su camino paso a paso, sin querer saltarse los procedimientos. Sí, la llegada de Ronaldo supondrá cambios y un esperado crecimiento; aunque eso se producirá con el tiempo.

 

De momento, lo primordial es lograr la permanencia, y para ello el Real Valladolid deberá ser el equipo que ha mostrado al mundo entero en partido como los de Barça o Madrid. Trabajo, trabajo, y más trabajo; sin creerse más que nadie. Por ello, la unidad, la famosa 'piña', tiene que seguir siendo protagonista. El resto ya llegará.

 

Bien es cierto que a los de Sergio les falta morder en ataque, pero de momento debe seguir mostrando su fortaleza en defensa. La parcela ofensiva será reforzada en el mercado invernal; es un hecho. Hasta que eso se produzca, los pies tendrán que permanecer en el suelo y el esfuerzo ser la carta de presentación del equipo en cada partido. Con el tiempo y el asentamiento, todo se verá.