La ciudad de Palencia sigue engalanándose para su tercera final de Copa Princesa en los últimos nueve años. Tras las ediciones de 2015 y 2016, el Pabellón Municipal volverá a acoger una cita que ha generado una enorme expectación entre el público palentino.

Además, con la final de este sábado, será la quinta vez que la ciudad de Palencia acoge un torneo del KO organizado por la Federación Española de Baloncesto. A las tres finales, sumando la de 2023, de Copa Princesa hay que añadir las dos ediciones de la Copa Leb Plata disputadas en la capital palentina.

En 2009, Palencia acogía por segunda vez una copa que acabaría ganando para, al final de temporada, cumplimentar el primer doblete de su historia logrando la Copa Leb Plata y el ascenso a la liga Leb Oro. Seis años después, el conjunto palentino repetía doblete, pero en esta ocasión en la segunda categoría del baloncesto español consiguiendo un ascenso a la ACB que, posteriormente, no acabaría materializándose.

Durante estos años, el Pabellón Municipal ha sufrido una enorme transformación. Desde aquel Marta Domínguez, con apenas gradas en el fondo y aficionados que veían el partido de pie, hasta el actual y confortable feudo palentino con unos fondos enormes que ha generado un ambiente mágico. 

Un ascenso sin premio y una pandemia podían mermar las ganas de baloncesto en la ciudad de Palencia, pero la respuesta ha sido todo lo contrario. Después de un año obligado a disputar sus partidos en Villamuriel de Cerrato, Maristas quería recuperar su poderío en la Liga Leb Oro y volver a pelear por el ascenso a la máxima categoría del baloncesto español.

Pero llegó la pandemia, los meses sin competir y una liga sin apenas público en las gradas. El equipo palentino fue uno de los más cautos en el aforo a completar durante la pandemia, aunque ello jugase en su contra mermando sus ingresos. Una vez superada la pandemia, la afición de Palencia volvió a ilusionarse con su equipo llenando, cada fin de semana, el Pabellón Municipal y llevando en volandas a sus jugadores que se clasificaron, por primera vez en su historia, para una final four de ascenso

Tras la final de 2014 en Andorra con victoria para los locales, Palencia logró vencer a Lugo en la siguiente edición y ser el primer equipo en la historia en revalidar su título al año siguiente ante Melilla. En esta tercera ocasión, el público palentino ha agotado las entradas minutos después de ponerse a la venta, algo que no había ocurrido, de una manera tan veloz, ni en 2015 ni en 2016 a pesar de que el aforo era de 2.000 personas menos.

La cita de este sábado 11 de febrero, pase lo que pase en la pista, será una fiesta para la ciudad de Palencia donde, además, del partido, los aficionados podrán disfrutar de una fan zone en las inmediaciones del pabellón. El club también ha anunciado que habrá una charanga por la ciudad amenizando la espera hasta las 19:30 y, ya durante el encuentro, se llevará a cabo una sorpresa.