Tras efectuar la transferencia por el importe de la compra, la víctima no recibió el pedido ni consiguió contactar con la supuesta empresa
Detenida una mujer en Sevilla que estafó 2.000 euros a una clienta de Palencia
La mujer palentina denunció una estafa online por importe de 2.000 euros después de recibir una llamada donde la alertaban de un intento de cargo fraudulento
La Policía Nacional ha detenido a una mujer de 26 años en Sevilla, quien supuestamente se hizo pasar por el gestor de una entidad bancaria para estafar a una clienta de Palencia 2.000 euros.
La mujer, sin antecedentes, ha sido detenida como presunta autora de una estafa por la modalidad de SPOOFING, que consiste en usurpar una identidad electrónica ajena para ocultar la propia y cometer un delito por Internet, en este caso suplantando al gestor de una entidad bancaria.
Según recoge EFE, una mujer palentina denunció una estafa en banca online por importe de 2.000 euros.
La denunciante recibió una llamada telefónica, supuestamente de un gestor de su entidad bancaria, en la que la alertaban de un intento de un cargo fraudulento y que, para bloquear la transacción, necesitarían un dato de su tarjeta de coordenadas y que recibiría un SMS en su teléfono con un código de seguridad que debía aceptar.
Tras realizar todos los pasos indicados por el supuesto gestor, se cortó la llamada y la víctima se percató, al consultar su cuenta bancaria online, que acababa de realizar la transferencia, por lo que fue a la Comisaría de Policía de Palencia para formular la denuncia.
Analizando la cuenta de destino la Policía pudo establecer la identidad de su titular, una mujer de 26 años, sin antecedentes y residente en Sevilla, por lo que informó a la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, donde fue arrestada la supuesta autora y puesta a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Sevilla, tras lo que quedó en libertad con cargos.
La Policía Nacional recomienda que no se facilite ningún dato de cuentas bancarias, como códigos, números de coordenadas, números PIN de seguridad, o cualquier otro del que únicamente tiene que tener conocimiento el usuario de la banca digital, ya que tanto éstas como las empresas suministradoras u organismos oficiales nunca pedirán unos datos que ya tienen.
Aconseja además desconfiar de cualquier mensaje procedente de entidades bancarias que contengan faltas de ortografía o errores sintácticos.