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¿Qué no te puedes perder de la Semana Santa en Palencia?

Las citas más destacadas de la Semana Santa de Palencia tanto en la capital como en la provincia

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¿Qué no te puedes perder de la Semana Santa en Palencia?
Foto: Ayuntamiento de Palencia
O.R.R
O.R.R
Lectura estimada: 5 min.
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El eco del tararú se convierte durante nueve días en uno de los sonidos más sobrecogedores de la Semana Santa palentina, que tiene más de 500 años de historia y la declaración de Interés Turístico Internacional desde 2012.

La Semana Santa saca a la calle la pasión de una ciudad dispuesta a vivir con austeridad, emoción y sentimiento cada instante.

Nueve cofradías, más de 5.500 cofrades y diecisiete desfiles se encargan de ello firmando momentos sobrecogedores iluminados por la luz de velas en la bajada del Cristo del Otero.

Otros de recogimiento, mientras los cofrades se visten para las Cinco Llagas ante la atenta mirada del Cristo Crucificado de Alejo de Vahía.

Muchos de silencio, roto por los golpes de gallardete sobre la puerta de San Miguel en el Prendimiento.

Y otros más vistosos, durante la oración del Huerto o la General que reúne casi todos los pasos procesionales.

Entre sus singularidades, los toques de tararú, que marca el ritmo de los desfiles; la llamada a los hermanos que van a procesionar; el saludo de los estandartes, que se inclinan en señal de respeto ante otras cofradías a la salida de los pasos; o la colación, el premio que reciben los cofrades el domingo de resurrección por su penitencia y esfuerzo, limonada y un rosco de anís para afianzar la hermandad de una Pasión en la que las nueve cofradías colaboran en los diecisiete desfiles procesionales que se organizan entre el viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección.

EL CRISTO DEL OTERO TESTIGO DEL ENCUENTRO ENTRE LA VIRGEN DEL DOLOR Y SU HIJO

La colosal figura de Cristo esculpida por Victorio Macho asiste muda cada Domingo de Ramos al peregrinaje de Cristo y su madre, durante la procesión del Santo Rosario del Dolor que, a modo de romería, sube hasta el cerro más alto de Palencia.

Con la luz del crepúsculo, el Hijo y la Madre, iluminados por los cirios del cortejo procesional organizado por los hermanos de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, la más numerosa de Palencia, ascienden hasta la cima. Allí tiene lugar uno de los momentos más emotivos de esta procesión, el encuentro entre Cristo y la Virgen a los pies de la imagen más emblemática de Palencia.

TRES TOQUES DE TARARÚ ANUNCIAN EL PRENDIMIENTO DE JESÚS TRAICIONADO POR JUDAS

Tres golpes de vara en la puerta de la iglesia de San Miguel intercalados con otros tres toques de tararú anuncian cada Martes Santo el Prendimiento de Jesús traicionado por Judas, en uno de los momentos más singulares e íntimos de la Semana Santa de Palencia.

Bajo la torre campanario del templo, que asemeja más la torre de un castillo que de una iglesia y que mira al río Carrión desde hace más de ocho siglos, se recrea la traición de Judas y el acto del Prendimiento, que organizan conjuntamente la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Archicofradía de Jesús de Medinaceli.

A la orden de ?Prendedle?, un hermano nazareno da tres golpes secos con el gallardete en la puerta del templo intercalados con otros tres toques de taratú. Es entonces cuando se hace el silencio mientras se abre la puerta y comienza a sonar el himno de Medinaceli mientras sale la carroza de Cristo.

SILENCIO Y SOBRECOGIMIENTO DURANTE EL DESENCLAVO DE JESÚS

Es en la plaza de la Inmaculada, a los pies de la Catedral de Palencia, cuando en la tarde del Viernes Santo tiene lugar uno de los momentos más solemnes de la Semana Santa, la Función del Descendimiento, que recupera una tradición franciscana del siglo XVII para evocar el momento en que el crucificado expira y su cuerpo es desclavado de la cruz.

Desde primeras horas de la tarde, los hermanos de la cofradía penitencial del Santo Sepulcro, una de las más antiguas de Palencia, custodian y vela, por turnos, la talla de Jesús Crucificado colocada en una enorme cruz. La talla articulada del Cristo del Desenclavo, protagoniza el solemne ritual del descendimiento marcado por el sonido de la música, el tintineo de una campanilla, y las palabras del hermano que narra la secuencia: primero la inscripción de INRI sobre la cruz, después la corona de espinas y por último los clavos de las manos y de los pies.

LA SOLEDAD DE LA VIRGEN

Es una de las pocas procesiones que se celebran a nivel nacional en la jornada del sábado Santo y en el caso de Palencia se concibió como un homenaje de las mujeres palentinas a la Virgen. En ella participan todas las imágenes marianas de las cofradías palentinas. La virgen de la Amargura, la Dolorosa, la del Perdón, la de la Vera Cruz, la de los Siete Dolores, la de los Ángeles y la de la Soledad, siete tallas de la Virgen que procesionan juntas por las calles del centro de Palencia en un homenaje que quiere extenderse a la figura de la mujer y que organizan los cofrades de la Soledad.

SE ROMPE EL VELO PARA CELEBRAR EL FIN DEL LUTO DE LA VIRGEN

El velo cubre el rosto de la Virgen en señal de luto por la muerte de su hijo. Manolas con mantillas negras y cofrades enlutadas, con la cara cubierta con el capillo y guantes negros, acompañan a la Madre que acude al encuentro con su Hijo en la Plaza Mayor de la ciudad.

Aquí, cada Domingo de Resurrección se celebra uno de los actos más genuinos y alegres de la Semana Santa Palentina. Varios niños tiran de la cinta que desprende el velo de la Virgen que muestra entonces su rostro sonriente a la vez que las manolas cambian su mantilla negra por una blanca y las mujeres cofrades se quitan el capillo y sustituyen sus guantes negros por unos blancos.

El luto ha desparecido entre el estruendo de los cohetes, la música de las marchas procesionales y la alegría de los cofrades que después celebrarán el esfuerzo y la penitencia compartiendo limonada y roscas de anís.

LA SEMANA SANTA, UNA EXCUSA PARA RECORRER LA PROVINCIA

Procesiones y ritos religiosos se repiten en distintos puntos de la provincia como Guardo, donde desde hace muchos años se vive la Pasión de forma muy intensa y fervorosa y cada Viernes Santo se representa la Pasión y Muerte de Cristo.

O Carrión de los Condes, que este año suma a sus atractivos el nuevo Museo en la Iglesia de Santiago; Astudillo o Baltanás donde el Domingo de Ramos se celebran escenificaciones, en las que participan buena parte de los vecinos.

En el caso de Osorno la Mayor, se celebra una de las más destacadas de la provincia por la antigüedad de su Cofradía de la Santa Vera Cruz, la singularidad de sus tradiciones y el acto del Descendimiento o Desenclavo, que es el único que se realiza en toda la provincia en el interior de un templo en la tarde del Viernes Santo.

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