logo

Tres toques de tararú enfatizan la traición de Judas en la Semana Santa de Palencia

Tres toques de tararú y tres golpes de vara bajo la torre de San Miguel subrayan la traición de Judas

imagen
Tres toques de tararú enfatizan la traición de Judas en la Semana Santa de Palencia
Foto: EFE
O.R.R
O.R.R
Lectura estimada: 2 min.
Última actualización: 

Tres toques de tararú y tres golpes de vara bajo la torre de San Miguel de Palencia subrayan cada Martes Santo la traición de Judas en uno de los momentos más solemnes de la Semana Santa de Palencia, declarada de Interés Turístico Internacional en 2012.

El silencio se rompe y la expectación es máxima cuando a la orden de "Prendedle" los hermanos nazarenos golpean la puerta del templo con la vara. Tres veces. Tres golpes que se intercalan con otros tantos toques de tararú.

Es entonces cuando se abre la puerta de San Miguel y sale la imagen del Cristo de Medinaceli, que va a ser prendido ante la atenta mirada de Judas y de todos los palentinos que cada Martes Santo asisten mudos a uno de los momentos más singulares, íntimos y sobrecogedores de la Semana Santa palentina.

Antes el Acto del Prendimiento tenía lugar en la Catedral de Palencia, pero desde 2013 se hace en San Miguel, en el corazón de lo que fue el barrio judío de Palencia.

Hasta allí se han desplazado los hermanos nazarenos acompañando al paso de La Traición de Judas, al compás de la Banda de Cornetas y tambores de la Cofradía de Jesús Nazareno.

Las figuras de Jesús y Judas, creadas por Carlos Guerra del Moral en 2005, uno de los imagineros más conocidos de Andalucía, mirándose sobre una carroza de madera, adornada con unos medallones con las representaciones de las catorce escenas del Viacrucis.

Ya en San Miguel se han encontrado con el resto de cofradías y allí se ha producido el saludo de estandartes, una de las singularidades de la Semana Santa Palentina, en la que las nueve cofradías participan en todos los desfiles procesionales y los estandartes se saludan en señal de hermandad.

Y allí ha tenido lugar el acto del Prendimiento, que ha comenzado con la lectura del pasaje evangélico de la traición de Judas. A la orden de "Prendedle" han sonado los golpes de vara y el tararú, otra de las singularidades de la Pasión Palentina.

En respuesta a la llamada, solo silencio. Después se ha abierto la puerta de San Miguel y ha comenzado a sonar el himno de Medinaceli mientras salía del interior del templo, escoltada por los hermanos de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, la carroza de Cristo de Medinaceli, una talla del siglo XVII de autor anónimo, que sujeta en sus manos un cordón dorado.

Este acto, que representa la captura de Jesucristo en el Huerto de los Olivos, ha concluido con la colocación de unos grilletes a los pies del Nazareno, como símbolo de su cautiverio, mientras la imagen de la Traición de Judas y un hermano portando una corona de espinas permanecían inmóviles justo enfrente.

Finalizado el acto del Prendimiento ha comenzado la procesión, organizada conjuntamente por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, que acompaña a Jesús prendido por las calles más céntricas de Palencia antes de volver a regresar, ya al filo de la medianoche, a la iglesia de San Miguel, donde se le venera el resto del año.

0 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App