Varios investigadores de la Universidad de Valladolid han demostrado que tanto la temperatura como la velocidad de flujo del agua de los ríos influyen en la capacidad de natación de peces de agua dulce como, por ejemplo, la boga del Duero, una especie endémica del noroeste peninsular.

En el estudio, realizado por investigadores del Departamento de Ingeniería Agrícola y Forestal de la UVa, y del Grupo de Ecohidráulica Aplicada (GEA) y del iuFOR, en el campus de Palencia, se señalan que estos factores son determinantes para diseñar las estructuras instaladas en los ríos para que los peces superen las barreras durante el ciclo reproductivo.

Como ha señalado la Universidad de Valladolid en una nota de prensa, a lo largo de la historia, y especialmente en las últimas décadas, los seres humanos han introducido modificaciones en los diferentes ecosistemas generando cambios en el hábitat de muchas especies.

La búsqueda de nuevas formas de energía y de nuevas zonas urbanizables o la creación de áreas recreativas, ha llevado a modificar notablemente la estructura de los ríos, desviando sus caudales o introduciendo elementos artificiales como presas, esclusas o estaciones de aforo.

Todas estas modificaciones en los ríos tienen un impacto directo en las poblaciones de peces, ya que modifican la conectividad longitudinal del río (que es una de las características de las comunidades biológicas acuáticas), la temperatura y velocidad del agua.

En este contexto, los investigadores del campus universitario de Palencia desarrollan desde hace más de diez años una línea de investigación centrada en determinar la capacidad de natación de algunos peces continentales ibéricos como la trucha, el barbo o la boga.

La última investigación desarrollada por el grupo analiza la influencia de la temperatura del agua y de la velocidad del flujo en la capacidad de natación de la boga del Duero, una especie endémica en el noroeste peninsular.

Como señalan, conocer la capacidad de natación de las especies es crucial para su supervivencia, ya que conociendo esta información se puede facilitar el desplazamiento de los peces durante el ciclo reproductivo, adaptando las estructuras instaladas para que los peces superen las barreras del río.

Este trabajo confirma la necesidad de cambiar el término clásico de "barrera de velocidad" a "barrera de termo-velocidad" y proporciona las herramientas necesarias para evaluar los diferentes escenarios térmicos para una especie de pez migratorio de agua dulce.

Además va a permitir establecer criterios claros de transitabilidad de las barreras (velocidades máximas y saltos de agua en pasos de peces, distancias máximas de nado, permeabilidad de los obstáculos según la época del año?), lo que a su vez permite calcular la proporción de peces capaces de superar una barrera en diferentes escenarios, así como el diseño de soluciones específicas para mejorar el paso en función de las capacidades reales de los peces.

Los últimos avances en esta línea de investigación, que analiza la morfología y las características biométricas de algunas especies de peces como la boga del Duero, la trucha o el barbo ibérico, han sido publicados en la revista científica Journal of Fish Biology despertando gran interés.