España afrontaba el último partido de la fase de clasificación como si ya se tratara de un encuentro de eliminatoria. Con una victoria seguía adelante y además como primera de grupo, con una derrota tocaba volver a casa y no sólo decir adiós al Eurobasket sino también a la opción de participar en los Juegos Olímpicos.

Muchísima presión para el duelo ante Grecia, selección ya clasificada aunque en busca de la mejor posición posible en las eliminatorias así que lejos de ser una 'perita en dulce' y menos con jugadora que están en buen momento y asumen el papel de líder en su selección como Fasoula y Spanou. Ante España de inicio también aparecía con acierto Pavlopoulou.

Se confirmaron las tres como las refererencias ofensivas de su equipo en los primeros instantes en los que sus puntos daban respuesta a los de Carrera y Torrens, en un primer cuarto en el que los ataques se impusieron a las defensas. Las griegas encontraron acierto en el tiro exterior como alternativa a Fasoula aprovechando que la defensa de España tendía a cerrarse sobre la pívot y dejaba espacios. Desde fuera le faltaba acierto a la selección, que erraba los seis intentos triples que intentaba en el primer parcial aunque lo compensaba con un 60% en acierto de dos.

Avanzaba hacia el minuto dos el segundo cuarto cuando Ouviña anotaba el primer triple para sostener a España por encima con una renta de cinco puntos. Empezaban a bajar los porcentajes de tiro de Grecia porque eran lanzamientos más forzados ante la mayor movilidad de la defensa de la selección que miraba con cierta preocupación al banquillo donde se tuvo que ir Conde sintiéndose de un hombro. Otro triple como carta de presentación de Leo Rodríguez al partido para el +8 de España a seis minutos del descanso y Ouviña, en un cuarto brillante de la base, ponía la máxima aprovechando también el momento de rotación en el equipo griego cuyo banquillo no amenaza tanto como el quinteto titular.

España amenazaba con poner tierra de por medio antes del descanso y el entrenador griego devolvía a Spanou y Sortiriu a la pista que sujetaban ese arreón para dejar la renta en ocho puntos.

Al poco de reanudarse el duelo tenía que pedir tiempo muerto Miguel Méndez porque pese a los cinco puntos iniciales de Cazorla y Carrera, Grecia atacaba con mucha libertad aprovechando algunas acciones con mal balance de España. Spanou desde fuera y Pavlopoulou en penetraciones hacían daño y su selección se acercaba con peligro castigando desde fuera. España no acababa de ajustar su defensa, no ganaba la batalla del rebote, no podía correr y eso se notaba en su producción ofensiva de manera que Grecia se acercaba de manera peligrosa dos abajo.

Dos puntos de Ginzo para el +6 cerraban el parcial y abocaban el duelo a diez minutos de infarto. Al triple el contra respondía Casas, con mucha valentía en los momentos decisivos, con un 2+1 y aparecía muy bien Laura Gil para cargar el rebote ofensivo y conseguir nuevas opciones de ataque que permitían mantener esa pequeña pero vital ventaja.

Queralt, la jugadora con más claridad ofensiva, anotaba dos triples consecutivos que sumados a una canasta de Gil -otro notable partido de la pívot-, y un robo de Silvia Domínguez comenzaban a aclarar el horizonte. 

España ganó, al final con claridad, y lo importante es que ata el primer puesto del grupo lo que permite estar directamente en cuartos y preparar el duelo del próximo jueves con lo que supone de tiempo de recuperación, descanso y preparación como recompensa.