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Determinan que el crimen de Aguilar fue un asesinato

El jurado considera que hubo premeditación

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Determinan que el crimen de Aguilar fue un asesinato
Xavi Ramos Pozo
Xavi Ramos Pozo
Lectura estimada: 2 min.

El jurado popular del juicio del crimen de Aguilar ha determinado que la muerte de Oliver G.C. a manos de Iván S.B., autor confeso de los hechos, en abril de 2021 fue un asesinato.

Tras el juicio celebrado desde el lunes, el jurado, compuesto por cinco hombres y seis mujeres, ha considerado en su veredicto a Iván S.B. como culpable de homicidio agrabado o asesinato por matar con un cuchillo de grandes dimensiones a Oliver G.C. con premeditación, según EFE.

Tras el veredicto y la disolución del jurado, las diferentes partes han propuesto la pena a imponer empezando por el Ministerio Fiscal que con la nueva calificación de los hechos, pero introduciendo la atenuante de toxicomanía, ha elevado su petición de pena de 12 a 15 años y ha solicitado una indemnización de 175.000 euros en concepto de responsabilidad civil para la familia de la víctima.

La acusación, que representa a la familia de la víctima, ha reducido su petición de pena de cárcel de 25 a 18 años y mantiene la responsabilidad civil en 200.000 euros para la madre, la hija y los tres hermanos de la víctima.

Por último la defensa, que pedía cinco años de prisión, ha elevado la petición a 10 años pero mantiene la calificación de delito de homicidio para su representado.

Previamente, durante el juicio, se sucedieron la declaración del acusado confeso, de numerosos testigos, peritos, agentes de la Guardia Civil y la exposición de las pruebas periciales con objeto de determinar si el procesado cometió un homicidio o un asesinato.

El propio acusado reconoció los hechos ocurridos el 15 de abril de 2021 en un bar del paseo de La Cascajera de Aguilar de Campóo, donde acudió a dejar 150 euros para Oliver G.G., que se dedicaba al narcotráfico y le extorsionaba con la venta de droga, y éste, que también estaba en el bar, se le acercó, le dio dos bofetadas y le exhortó a defenderse.

El acusado, consumidor habitual de todo tipo de sustancias estupefacientes, confesó que reaccionó atacándole con el cuchillo que siempre llevaba consigo porque temía por su vida, ya que anteriormente le habían apuñalado; que estaba bajo la influencia de las drogas y que después grabó un vídeo que difundió por las redes sociales y varios audios de WhatsApp reconociendo los hechos.

Horas después fue detenido en el domicilio donde vivía con un ciudadano marroquí. Tenía la ropa llena de sangre y el machete y se entregó sin oponer resistencia a los agentes de la Guardia Civil, confesando el crimen que había cometido y por el que permanece en prisión en el centro penitenciario de La Moraleja en Dueñas desde entonces.EFE

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