El Zunder Palencia se despidió matemáticamente de la ACB al perder en casa ante el Baskonia por 94-101 en un encuentro en el que el equipo vitoriano mostró su veteranía al cambiar el ritmo del partido y remontar una desventaja de 17 puntos.

Markus Howard, con 36 puntos y sin apenas descanso en todo el partido marcó las diferencias para el Baskonia en el aspecto ofensivo, aunque Sedekerskis le superó en valoración gracias a su completo partido. En el equipo local, Pasecniks fue el más destacado, aunque bien acompañado por varios de sus compañeros.

El Zunder Palencia mostró desde el inicio su intención de, a diferencia de lo habitual, llevar las riendas del partido, consciente de la necesidad del Baskonia de gestionar los descansos de sus jugadores. El 7-0 en poco más de un minuto obligaba a Ivanovic a parar pronto el partido tratando de provocar la reacción de su equipo que llegó de la mano de Howard.

Los locales trataban de frenar la capacidad anotadora del estadounidense, mientras en ataque se mostraban solventes, encontrando diferentes opciones de canasta, lo que les permitió ir siempre por delante y llegar al final del primer cuarto con 32-27.

El segundo cuarto comenzó parecido, con el Zunder Palencia ampliando la diferencia y el Baskonia intentando parar el ritmo o encontrar el suyo. Con un juego coral, apoyado en los espectaculares rebotes de Kamba y un Benite acertado en el triple, el Zunder Palencia conseguía su máxima ventaja (57-40), aunque los visitantes tiraron de oficio para acabar con un parcial de 0-8 y reducir la diferencia.

Tras el 57-48 del descanso, el partido cambió. El tercer cuarto comenzó siendo un intercambio de canastas por parte de ambos equipos, pero el Baskonia ya había logrado cambiar el ritmo del partido y su defensa ya no permitía el juego ágil de los locales, que olvidaron su juego colectivo y empezaron a buscar individualidades.

Ya al final del tercer cuarto, los vitorianos habían dado la vuelta al marcador y en un trabado último parcial, afianzaron su victoria mientras el Zunder Palencia se desesperaba ante las decisiones arbitrales, que le costaron la expulsión a su entrenador, Luis Guil.