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Feliz campamento, Fide feliz

El niño vetado en Molinaseca por sus necesidades especiales se incorpora este lunes al campamento del pueblo gracias a una cadena de solidaridad para pedir la inclusión del pequeño autista

Feliz campamento, Fide feliz
Fidel Valez, en su pueblo, Molinaseca.
Susana Martín
Susana Martín
Lectura estimada: 3 min.
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Hay un pequeñajo de 5 años en Molinaseca que lleva unos días revuelto, nervioso. No sabe qué pasa, no entiende por qué lloraba mamá, por qué habla tanto por teléfono, por qué los paran en el supermercado y le sonríen con compasión y cariño. 

Hay una mamá con días de poco dormir, de pasarse las noches pensando, escribiendo, elucubrando qué hacer para que su niño pueda pasar unos días feliz en un campamento infantil en el pueblo donde viven.

Hay un papá tranquilo que estos días ha estado más nervioso que de costumbre, aunque siempre es él el que mantiene la calma en casa y pone orden cuando todo parece derrumbarse. Se pira a una entrevista de trabajo con la sonrisa puesta. Le han dicho que tener un hijo con necesidades (todos lo son) no será un problema.

Fide, Eva y Alberto son una familia feliz hoy. A pesar de los pesares. El teléfono que tanto les ha atormentado estos días no deja de traer buenas noticias desde este miércoles: que ya no vetan al niño, que podrá ir cada mañana con sus amiguitos del pueblo, que tendrá una asistente maravillosa (Estefanía y él ya son viejos amigos de batallas) que le ayudará a salir un poco de su mundo para conectar con el lío que hay aquí.

Porque resulta que el pequeño Fide tiene un autismo severo. Y tiene más trabas, pero va sorteando como puede esta vida loca tan llena de complicaciones. Y ya dice algunas palabras, y eso que decían que nunca hablaría. Y baja las escaleras de la nueva casa, y eso que se suponía que su movilidad sería muy reducida. Y vuelve a gritar cuando mamá le quita el móvil, porque cómo le encanta ver dibujos, y luces, y escuchar sonidos.

Alguien en alguna parte ha puesto sensatez a un caso tristísimo. Alguien ha dado un portazo encima de la mesa para que volvamos al siglo XXI y dejemos de actuar como cuando se escondía a los que no nacieron "normales". Da igual si fue una ministra, un presidente de la Diputación o un político segundón. Alguien trajo la cordura, y pronto llegarán muchos a hacerse la foto de turno... Y da igual también, que se la hagan, pero que aprendan.

El caso es que el Ayuntamiento de Molinaseca recula. El caso es que el próximo lunes el niño de 5 años discriminado por no ser "como los demás" jugará con otros niños de su edad, o los verá jugar, o se arrimará de vez en cuando aunque no comprenda todo lo que hacen. Es un niño, sólo tiene que vivir y divertirse, como todos los niños del mundo.

Y no importan todos esos que pensaron en posponer la decisión de que en esta sociedad hay espacio para todos. No valía con hacer un hueco a Fidel "el año que viene", porque esto es aquí y ahora, y el dinero público es eso, público: para todos, y sobre todo para los que más lo necesiten.

Tampoco importan los asilvestrados que reniegan de las redes sociales y de los periodistas que se hacen eco de una realidad tan triste como insoportable: que a veces se sigue discriminando a los que más inclusión necesitan, y que quizá ni se hayan dado cuenta de que no se puede tolerar un veto así. Ni importan los que han entrado a las redes a despotricar contra una familia que haría todo por el bienestar de su pequeño (¿alguien no?) porque tienen que seguir enarbolando la bandera caciquil del "aquí manda quien manda".

Aquí sólo manda un enanito de 5 años que no se ha enterado de nada y que seguirá flipando cada vez que en el pueblo, en El Bierzo o donde vaya le miren con ternura e intenten abrazarlo. Un canijo que se lo está pasando pipa en el río y en el parque por las tardes. Un chavalín adorable que se ve en la tele y no entiende que hace ahí, porque apenas entiende este mundo. Pero quién lo entiende...

Feliz campamento, Fide. Que puedas disfrutarlo como un niño más gracias a todos los que trabajan con corazón, que lo que sobran son bastones de mando.