Llegaron a Zorrilla en el autobús del equipo y se bajaron de él juntos. Calero, Anuar y Toni, además de formar parte de una maravillosa generación del 95, fueron de los más destacados en el partido que enfrentó al Real Valladolid frente al FC Barcelona.

 

Los tres, siempre juntos, coincidieron en las categorías inferiores del Pucela y han crecido compartiendo fútbol y vida. Las circunstancias del mundo de la pelota han hecho que hace dos temporadas estuvieran jugando en Segunda B, hace una en Segunda y este lo hacen en Primera. Un premio al trabajo, a la constancia, al saber estar y a la calidad.

 

El trío jugó de tú a tú contra algunos de los mejores jugadores del mundo. Calero secó a Messi y a Luis Suárez; Anuar fue el pulmón de siempre, un apoyo para sus compañeros y un recuperador en el centro del campo; mientras que Toni se convirtió en un incordio para la defensa del Barça.

 

Hace unos meses festejaron juntos el ascenso y en la noche del sábado, sobre el mal césped de Zorrilla, hicieron lo que más les gusta: disfrutar jugando al fútbol. Aunque no fue un partido cualquiera, ya que enfrente tenían a estrellas mundiales que sufrieron para ganar a un equipo caracterizado por la entrega y el corazón que, sobre todo, pusieron ellos tres.

 

Porque los sueños están para cumplirse y, probablemente, en la primera plantilla del Real Valladolid no haya nadie más que sienta el blanco y el violeta como ellos. Porque ellos se han dejado las piernas en Los Anexos para poder vivir una experiencia así. El camino está marcado para los que vienen por detrás.