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La villa romana de La Olmeda registra cerca de 800.000 visitas desde su reapertura en 2009

Aquellos primeros hallazgos han dado lugar a un yacimiento y una villa romana que es "uno de los emblemas internacionales" de Palencia

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La villa romana de La Olmeda registra cerca de 800.000 visitas desde su reapertura en 2009
Villa Romana de La Olmeda. | Foto: Diputación De Palencia (Europa Press)
Tribuna
EUROPA PRESS
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La villa romana La Olmeda, en la localidad palentina de Pedrosa de la Vega, está de aniversario ya que fue un 5 de julio de hace 54 años cuando Javier Cortes halló, en una parcela de su propiedad los primeros restos de una vieja pared, que fueron el principio de una investigación arqueológica que ha recibido la visita de más de dos millones de personas.

Cincuenta y cuatro años después, aquellos primeros hallazgos han dado lugar a un yacimiento y una villa romana que es "uno de los emblemas internacionales" de Palencia, y lugar destacado por los expertos de la arqueología mundial.

En este más de medio siglo de historia el proceso de consolidación de la villa romana La Olmeda como referente arqueológico y turístico ha sido "espectacular", y lo atestiguan los más de dos millones de visitantes que han pasado por allí o los casi 800.000 visitantes que ha recibido desde su reapertura como renovado espacio el 3 de abril de 2009.

Ese mismo año, a principios de noviembre fue inaugurado oficialmente con todos los honores por su Majestad la Reina Doña Sofía.

Para la celebración principal de este aniversario la Diputación de Palencia ha preparado un concierto con Pablo Mezzelani como protagonista con su recital, titulado 'Sonidos a lo divino', una propuesta que amalgama sonoridades ancestrales con la creatividad musical innovadora, fruto de más de tres décadas de investigación sobre la música étnica de diferentes zonas del mundo, enfocada a la devoción y las divinidades.

El programa del concierto consta de composiciones de Pablo Mezzelani y otras piezas musicales de índole histórica, que fueron arregladas por él mismo especialmente para este proyecto, de canto e instrumentos de viento, como el duduk de Armenia o el kaval de Bulgaria, acompañado por Marta Cubas al acordeón y Cristina Cubas al violín.

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