El partido estaba marcado el rojo. Zunder Palencia y Casademont Zaragoza eran conscientes de lo que había en juego y eso se notó en los 40 minutos largos, muy largos, de un partido excesivamente tenso, excesivamente emocional.

El Zunder, como se suele decir, jugó más con el corazón que con la cabeza, y eso no le permitió encontrar la estabilidad necesaria en su juego para dar continuidad a su baloncesto, que por momentos brilló, pero que en otros momentos se echó en falta.

Frankamp y Hands aparecieron en el tramo final para acabar como los más destacados de su equipo, si bien delante tuvieron un equipo muy coral en el que hasta siete jugadores sumaron más de 10 puntos de valoración.

El partido comenzó igualado, con mucha intensidad en la pista, como se preveía, pero un parcial de 9-1 para los locales les permitía abrir distancias en el marcador mientras aparecían algunos fantasmas en el Zunder, tanto en ataque como en defensa.

Con muchas dificultades para cerrar las penetraciones y el tiro exterior local, el Zunder además acumulaba muchas pérdidas de balón y apenas capacidad reboteadora ofensiva, lo que llevó el marcador al 30-17 al final del primer cuarto.

El segundo cuarto no podía empezar peor, ya que la diferencia se ampliaba a 18 puntos, momento en el que tres triples de Benite, con la inestimable colaboración de Kamba al alcanzar un rebote casi espacial marca de la casa, metían de nuevo al Zunder Palencia en el partido.

Pero el acierto en los triples no fue el único cambio en el equipo palentino, ya que fue capaz de acompañarlo de una mejora en la eficacia defensiva, que le permitió reducir la capacidad anotadora de los locales y llegar al descanso con un apretado 46-42.

Tras el descanso, el Zunder Palencia perdió de nuevo la estabilidad que le había llevado a igualar el partido; sólo lo consiguió a ratos, lo que se reflejaba en el marcador, pero durante buena parte del tercer cuarto jugó enfadado en la pista, más pendiente de las controvertidas decisiones arbitrales en ambas zonas que de encontrar su juego.

El último cuarto fue durante 7 minutos un intento constante de los palentinos de encontrar cierta continuidad. Y la constancia le permitió en apenas 3 minutos reducir una desventaja de 12 puntos para llegar a tener incluso un triple en manos de Benite para igualar el marcador a falta de 20 segundos.

Lucha hasta el final que los más de 500 aficionados palentinos desplazados reconocieron a pesar de no volver a casa con la satisfacción de la victoria.