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El Cerrato podría tener en 2025 los primeros linces

El lince ibérico desapareció de Castilla y León hace casi 40 años

El Cerrato podría tener en 2025 los primeros linces
Xavi Ramos Pozo
Xavi Ramos Pozo
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Un área de 15.000 hectáreas en el Cerrato podría albergar en 2025 los primeros ejemplares de lince ibérico en Castilla y León desde que desaparecieron de la Comunidad a finales de la década de los 80 del siglo XX.

Así lo ha confirmado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tras la reunión que ha mantenido en Astudillo con diferentes agentes afectados por el proyecto LIFE LynxConnect para la reintroducción del lince ibérico.

El consejero no ha dudado en señalar el proyecto como "una oportunidad que hay que aprovechar", dada su "aportación al equilibrio de la cadena trófica" ante la superpoblación de conejos, principal presa del depredador.

La concesión del proyecto supondría, además, una inyección económica inicial de unos dos millones de euros, que iría "acompañada de inversiones permanentes de futuro", así como una posible "atracción turística" para la zona.

Por último, Suárez-Quiñones también ha afirmado que la caza, sector a priori menos favorable al proyecto por la disminución de ejemplares de conejo que supondría, también se podría ver beneficiada ya que "mejoraría el hábitat de la perdiz".

Por ello era "importante" la reunión con todos los sectores afectados, con la intención de "escuchar la opinión de los territorios", aunque las sensaciones del consejero son "muy positivas por el consenso" que ha encontrado en el Cerrato Palentino.

Cabe recordar que la Junta de Castilla y León ha propuesto, además, un área en los Cañones del Duero, en la provincia de Zamora, para albergar el proyecto de reintroducción del lince ibérico, que en cualquier caso sería compatible con la candidatura del Cerrato.

Entre los meses de agosto y septiembre está previsto finalizar la ejecución del resto de trabajos preparatorios, consistentes en la valoración de la aceptación social, así como los acuerdos de colaboración con los propietarios de las fincas.

También hay que evaluar el riesgo de atropellos en las carreteras y otras posibles causas de mortalidad no natural, así como recoger datos sanitarios sobre prevalencia de enfermedades en las especies de la fauna que puedan convivir con el lince.

A finales de septiembre, la Junta de Castilla y León presentará al grupo de trabajo nacional la propuesta técnica de las zonas, en el caso de que la decisión final sea positiva.

Será dicho grupo de trabajo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la que elegirá las zonas definitivas en las que se implantará el proyecto de reintroducción del lince ibérico.