Los de Jordi Ribera, que remontaron un 15-8 de renta a favor de su rival, marcaron el decisivo tanto sobre la bocina
La selección española de balonmano accederá a la segunda fase del Mundial de Croacia, Dinamarca y Noruega con las opciones intactas de acceder a los cuartos de final, tras empatar este lunes 29-29 con Suecia, en un encuentro en el que los Hispanos llegaron contar con una desventaja de hasta siete goles (15-8) en la primera mitad. Pero ni así se derrumbó el conjunto español que demostró que, pese a las numerosas caras nuevas que presente en este campeonato, no ha perdido el carácter competitivo que ha convertido a los de Jordi Ribera en un fijo en el podio en las últimas grandes citas internacionales.
Toda una lección de carácter que permitió a España rescatar un empate imposible en un encuentro en el que los Hispanos parecían abocados a una contundente derrota a causa de los graves problemas ofensivos que mostró en la primera parte. Errores y más errores que alimentaron el veloz juego de contraataque del equipo sueco que castigo las hasta diez pérdidas de balón en las que incurrieron los Hispamos en el primer período con goles fáciles que situaron a lo escandinavos con una renta de siete tantos (15-8) en el marcador.
De hecho, sólo el buen hacer del guardameta Gonzalo Pérez de Vargas impidió que Suecia dejase definitivamente resuelta la contienda al descanso, al que se llegó con un 16-11 que dejaba con vida milagrosamente al equipo español. Unos Hispanos que siguieron siendo incapaces de enderezar el rumbo en una arranque de la segunda mitad en la que lo más destacado del equipo español fue la lección de deportividad que dio Gonzalo Pérez de Vargas.
El portero español evitó a los cuarenta minutos la injusta expulsión del extremo sueco Hampus Wanne, su compañero en el Barça, tras hacer anular al colegiado la tarjeta roja que mostró al escandinavo, tras hacer ver que el lanzamiento de penalti del sueco le había tocado en el brazo antes de estrellarse en su rostro. Un juego limpio al que sumar la mejoría ofensiva del equipo español que encontró, por fin, el camino con el paso a un ataque con siete jugadores de campo, que permitió a los Hispanos lograr, lo que parecía imposible, volver a meterse de nuevo en el partido, tras situarse a tan sólo dos goles (25-23) a nueve minutos para la conclusión.
Cambio ofensivo al que se unió la mayor intensidad defensiva que mostraron los internacionales españoles, pero cuando la remontada parecía más cerca para los Hispanos, irrumpió la figura del portero sueco Andreas Palicka que impidió con sus intervenciones que España dejase su desventaja en la mínima expresión. Pero los de Jordi Ribera ya creían plenamente en la remontada y con el joven Ian Barrufet al mando de una agresiva defensa 5-1 el equipo español logró poner las tablas (28-28) a poco más de un minuto para la conclusión.
Un empate que pareció escaparse definitivamente al equipo español con un gol de penalti de Niclas Ekberg a treinta segundos para la conclusión que además de situar de nuevo a Suecia por delante (29-29) costó la exclusión a Ian Tarrafeta uno de los máximos responsables del la reacción. Sin embargo, España no estaba dispuesta a irse de vacío tras tanto trabajo y finalmente logró con un gol en los segundos finales de Alex Dujsjenbaev el empate (29-29) que le permite acceder a la siguiente ronda con las opciones intactas de alcanzar los cuartos de final.
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