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Sanidad promueve inhaladores sostenibles para reducir el impacto ambiental

Quieren acabar con el cartucho presurizado, los cuales generan un impacto ambiental considerable que perdura incluso después de su empleo

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Sanidad promueve inhaladores sostenibles para reducir el impacto ambiental
Inhalador
Teresa Sánchez
Teresa Sánchez
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El Ministerio de Sanidad recomienda, siempre que sea viable, la utilización de inhaladores de polvo seco y niebla fina en lugar de los de cartucho presurizado, los cuales generan un impacto ambiental considerable que perdura incluso después de su empleo. Por ello, es crucial llevar los dispositivos gastados o caducados a las farmacias.

Se estima que la fabricación y uso de medicamentos representa el 30 % del impacto ambiental del sistema sanitario, siendo una de las principales causas junto a los anestésicos. Dentro de esa huella, el 10 % proviene de los inhaladores presurizados.

Con este escenario, el Ministerio ha colaborado con once sociedades científicas en la elaboración de la guía titulada 'Prescripción sostenible de inhaladores', que fue presentada este lunes por Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, y Héctor Tejero, director del Observatorio de Salud y Cambio Climático.

La guía tiene como fin implementar "una transición ecológica del sistema sanitario" enfocada en el paciente. Padilla destacó que "no hay nada mejor para el impacto medioambiental del sistema sanitario que tener pacientes que estén sanos"; enfatizando que lo más beneficioso desde el punto de vista clínico también es lo más favorable para el medio ambiente.

Aunque la guía promueve la prescripción de inhaladores que generan menor huella ambiental, no se recomienda de forma generalizada, ya que no son adecuados para todos los pacientes. Las decisiones deben basarse en criterios clínicos y ser consensuadas con el paciente.

Además, aboga por la prescripción individualizada de inhaladores desde el diagnóstico o al cambiar de dispositivo. Tejero aclaró que "de manera general, no se debe cambiar el inhalador por motivos exclusivamente medioambientales cuando el paciente esté clínicamente controlado", ya que existe el riesgo de que no se adapte bien, provocando una reagudización de la patología.

Si el cambio se debe a cuestiones clínicas, se deberá priorizar la opción más sostenible. En situaciones donde el usuario solicite el cambio por razones ambientales, es esencial que la decisión se tome en conjunto con el profesional sanitario, asegurando que cuente con información adecuada sobre los beneficios y riesgos clínicos y ambientales.

Por último, Tejero subrayó la necesidad de concienciar a pacientes y profesionales sobre que "una parte muy importante del impacto ambiental de estos inhaladores, hasta un 30 %, según algunos estudios, ocurre después de su uso", incluso cuando no queda medicamento activo en el dispositivo.

Solo el 40 % de los inhaladores se reciclan, una cifra que consideró "bastante mejorable". Desde Sanidad, se confía en aumentar esta proporción y se hace un llamado a la obligación de depositar los dispositivos gastados, caducados o no utilizados en los puntos Sigre de las farmacias.